Persiguiendo un poco de frescura en Panamá, conocimos un lugar de ensueño, que parece salido de un cuento de Hansel&Gretel
Si ya de por sí, en emitiendo consideramos a Boquete el oasis de vida más necesario para todos los que viven en Ciudad de Panamá, Valle Escondido es la quinta esencia de ese mágico refugio al típico calor Panameño.
Si llevas tiempo viviendo en la urbe canalera, y si tu cuerpo no ha estado acostumbrado toda su vida a su agobiante combinación de humedad y altas temperaturas, al poco tiempo de residir allí, te olvidarás por una temporada de sus bellas playas, y buscarás un poco de frescura.
El lugar indicado para lograrlo se llama Boquete, y está a unos 320 kms. de la capital.
Este pequeño poblado, al pie del volcán Barú, y muy cercano a la frontera con Costa Rica, destaca no solo por su temperatura, sino por brindar la oferta de ecoturismo más completa del país. Decir Boquete, es decir naturaleza en estado puro, es decir aventura, montaña, volcanes y adrenalina.
El pueblo en si no tiene mucho que enseñar, más que su profundo verde, el colorido de su vegetación y un arroyito de cuento cruzando por el centro. Lo mejor allí se puede vivir en las múltiples actividades programadas por los tours locales que incluyen en las cercanías senderismo, rafting, canopy, cabalgatas, avistajes de aves y visitas a plantaciones de café.
Pero también en un extremo del propio pueblo, elegido por la Asociación de Americanos Jubilados como uno de los destinos preferidos para el retiro, se encuentra un comunidad residencial y vacacional exclusiva secretamente erigida dentro de un valle forestal.
Conectada por serpenteantes caminos adoquinados, lujosas moradas conviven allí con la más deslumbrante vegetación de montaña.

Bautizado como Valle Escondido, sus huéspedes podrán gozar de un campo de golf de 9 hoyos y jugar entretenidas y frescas partidas acompañados del sutil cantar del Río La Quebrada que cruza de punta a punta la villa turística. La viviendas, de marcada inspiración mediterránea, cuentan con todos los lujos que se puedan pedir, incluyendo suit con jacuzzi, alfombras persas y mobiliario de maderas nobles. Además el pueblito cuenta con cuatro atractivos restaurantes de cocina internacional, y un café donde disfrutar de un perfecto humeante capuccino de los huertos orgánicos locales.
Si además, coincide tu viaje con el ya clásico festival de Jazz&Blues que organizan todos los años en Febrero los residentes norteamericanos del poblado, podrás disfrutar de una experiencia musical maravillosa desde un anfiteatro estilo griego con capacidad para 800 personas situado en el exuberante entorno tropical de este hermoso Valle Escondido.
Así que están avisados. Si buscan un lugar de cuento en Panamá, y un break a su agobiante clima, la elección no puede ser otra que Valle Escondido.